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Mi blog

Bienvenido a mi blog.

FICCIÓN O REALIDAD.
Publicado en:24 Junio 2017 10:54 am
Última actualización en:11 Agosto 2017 1:25 am
4065 vistas
A menudo me gusta imaginar que mis deseos se tornan en certeza. A veces simplemente los sueño, pero otras los percibo con tanta fuerza que parecen cobrar vida, y hasta penetran tanto en la realidad, que termino con fuertes orgasmos por el largo deseo acumulado. Y me pregunto qué es realidad y qué ficción. Y qué hacer para distinguir una de otra.

Eso me ocurrió no hace mucho, mientras estaba descansando y protegiéndome del sol abrasador bajo una espléndida palmera canaria. Dejé volar mis deseos hasta que me vi corriendo bajo el denso follaje de catalpas, palmeras y altas secuoyas. Me gustaba perderme por el profundo bosque para que el frescor me acariciase el rostro, y pronto quise que aquel frescor se extendiera por todo mi cuerpo desnudo, por lo que dejé la ropa bajo un serbal lleno de bayas rojas y me dispuse a recibir la agradable brisa, también en mi sedienta piel. Mis nalgas, deseosas de ser acariciadas y plenas de ardor, me lo agradecieron al sentirse ligeramente aliviadas. Mi pudor había desaparecido, no me importaba que me vieran; es más, lo deseaba, y ese deseo provocó unas grandes ansias por anhelar que me descubrieran; aunque sabía que era difícil, pues no era una zona muy frecuentada.

Sin embargo, como si el deseo fuera la antesala de la realidad gritada por una imperiosa y desconocida energía, un par de jóvenes atletas aparecieron frente a mí, de súbito, y me dijeron: "qué te ocurre, hemos oído tu llamada, y parecía de auxilio". No, no era de auxilio -les dije-, era de necesidad extrema “¿Necesidad?” -me contestaron sin comprender-. Pues está a la vista, y es muy de entender -les repliqué-. Y, dándome la vuelta y alargando los brazos hasta dejarlos completamente extendidos, como si tratase de alcanzar la copa del pequeño roble al que me abrazaba, estilicé mi figura mientras me abría de piernas y dejaba bien a la vista mi culito respingón, tan ardiente como deseable, al tiempo que me aferraba al tronco como para soportar mejor el envite que tanto deseaba.

Sabía que tenía que romper el hielo y conseguir que ellos también se desprendieran de ese antinatural pudor, producto del desviado caminar de una frustrada y caduca civilización. Me giré levemente, y vi cómo sus pantalones se inflaban y dejaban ver la excitación que les estaba sorprendiendo. Entonces, como dando una vuelta de tuerca más, me agarré las nalgas y las abrí bien (como en la foto que identifica esta página). Entonces advertí de soslayo y con mal disimulada complacencia, cómo se abalanzaban sobre mí con aquellas vergas tan duras como desafiantes. Se empujaron con frenesí entre ellos para llegar primero, al igual que luchan los ciervos exhibiendo sus cornamentas, y uno, el que era más fuerte, lo consiguió, y nada más llegar me cogió fuerte por las caderas y me la clavó hasta el fondo, sin prepararme, y sentí toda su gorda estaca hendirse en mis entrañas como un guijarro de fuego que me desgarraba mi interior. Pero pronto, aquel escozor inmenso dio paso a un indescriptible placer, acrecentado por la maravillosa y dura tranca que empujaba al fondo de mi garganta, y que el otro apolíneo joven me había ensartado con frenesí, pleno de un fuerte e irrefrenable deseo, dejándose ríos de flujo viscoso escaparse por la comisura de mis labios…

Al poco rato, entre gemidos incontrolables, noté cómo acudía sin posible freno, el torrente de semen grueso y lechoso que me anunciaba la llegada de un salvaje orgasmo. Era el momento en que el primer joven, pleno de enorme poderío, decidía deleitarse viéndose a sí mismo derramarse sobre mis nalgas prietas y redondas, concebidas para ofrecer el más exquisito placer. Y justo, también, en el momento en que la verga del segundo evacuaba su rico líquido, espeso y cálido, con el leve sabor agridulce que sólo conservan los efebos del Olimpo, en el fondo de mi agradecida garganta.

Al final, nunca sabré si me dormí de sentado, lo soñé despierto, o fue un bendito regalo de los dioses, que tal vez me llevaron en volandas al paraíso para vivir aquella experiencia no sé si onírica o real. Y quizá nunca lo sepa, pero si sé que todo mi pantalón desprendía un fuerte olor agridulce, y que me sentía profundamente encharcado –por delante y por detrás- en un mar de leche espesa y caliente, que se deslizaba pantorrillas abajo por el interior de las perneras; pero que, a medida que se alejaba del centro de placer, la sensación de frialdad aumentaba. Sin duda, aquello no podía deberse sólo a una sola eyaculación. Y menos al notarme el trasero tan mojado y, sobre todo, con aquella agradable sensación de estar tan dilatado y de notar cómo resbalaban de mi satisfecho conducto anal, tanta carga de líquidos eróticos. Pero, sobre todo, lo que me dejó más confundido, fue que, al pasar mi lengua por los labios, enjugué gran cantidad de aquella rica viscosidad que no dejaba de manar del interior de mi garganta.
1 comentario
Sigo en celo
Publicado en:8 Febrero 2017 3:18 am
Última actualización en:28 Marzo 2024 2:50 pm
4921 vistas

No sé si podéis entender mis ganas de ser penetrado por cualquier verga especializada en romper culos bonitos. Sabéis que mi piel fina y suave, y mi culito respingon son de lo mejor, y vuestro disfrute y privacidad están asegurados.

Sólo sueño con vergas que me golpean y quieren abrirse paso hacia mi interior como sea. Sueño que me cogen entre dos o tres y me violan, pero cuando han acabado, empiezo yo. Les cojo las vergas y se las como hasta ponerlas duras de nuevo, y otra vez me penetran fuerte hasta que me corro como una burra en celo.

¿No te gustaría pasártelo bien, con la seguridad de follar un buen culo, limpio, ardiente, que se mueve más que las caderas de Sakira, y que agotará tu producción de leche?

Escrib a Zenon 69 xxx arrob yajuu punt es y lo pasaremos de miedo.

¡¡¡Escribe, ya!!!
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Erotismo puro
Publicado en:29 Enero 2017 8:04 am
Última actualización en:14 Noviembre 2019 7:03 pm
5008 vistas

Cuando sueño y deseo que soy poseido por una o varias pollas, siento que mi estado de agitación no puedo pararlo, ni tampoco explicarlo. Entonces empiezo a humedecerme y por mis piernas resbala ese líquido viscoso que segrega la próstata.

Al mismo tiempo, mi orificio del máximo placer se dilata. Noto cómo se abre para dar paso a una o varias vergas bien duras, no menos hambrientas que mi culito en celo. entonces pienso que esa es una situación erótica de alto voltaje. Una situación erótica que, si vosotros queréis, se podrá convertir en momentos reales de pasión y lujuria.

A veces es tanto el deseo que no puedo pensar en nada más. Y también sé que eso es lo que os pone a los que no podéis aguantar tanta dureza de polla, y que parece pedir a gritos un culo follable y apetecible como el mío para derramaros bien adentro.

Sabéis que soy sincero y digo la verdad. Nada tenéis que temer conmigo. Vuestra privacidad está a salvo. Sólo necesito eso duro que tenéis entre las piernas, y no rechazaré a nadie. Cualquiera me puede usar para su placer.

Os espero. Porfa. BEEEESOS
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